PEÑALARA (1.296 m) Sierra de Lara (Burgos)

Elevación mucho más humilde que su homónima de la Sierra de Guadarrama, esta altiplanicie guarda parte de la esencia de la historia burgalesa y castellana. Hoy la recorremos en una sencilla ruta en donde el único elemento de dificultad estriba en una distancia algo larga. Las tierras del viejo Alfoz de Lara son una comarca repleta de valores naturales, artísticos e históricos y caracterizados por los espectaculares sinclinales colgados que la salpican. Uno de ellos es el protagonista de esta marcha: PEÑALARA (1.296 m), además de alcanzar dicha cumbre es pasar por el desfiladero de Los Castros (también conocido como Las Calderas o Valle Hermoso).

IBILIBIDEA /FITXA TEKNIKOA

    • Mapa:

ITINERARIO
Damos comienzo esta travesía desde el pequeño pueblo burgalés de Cubillo del Cesar (1.057 m), situado en las estribaciones de la Sierra de La Demanda, en la llamada Tierra de Lara, un territorio duro, de intensas raíces medievales aún visibles y con un patrimonio infrecuente: Cubillo se encuentra, por ejemplo, a 10 kilómetros de Lara de los Infantes, a 6 km de la iglesia visigótica de Quintanilla de Las Viñas, y a 4 km del dolmen de Cubillejo de Lara. Cubillo del César está situado al sureste de la provincia, se accede desde la carretera N-234 tomando el desvío en Cuevas de San Clemente y a unos 3 km. nos encontraremos con esta localidad. Cubillo del César se encuentra en un valle, donde nace el río Cubillo y está rodeado de encinas, robles y olmos. Hoy igual que antaño, conserva el sabor de ser un pequeño núcleo de población, un remanso de paz y tranquilidad que nos traslada a los orígenes de Castilla.
Comenzaremos atravesando el pueblo por una pista ancha, transcurridos apenas 500 metros nos desviamos a la izq… por el camino de Hontoria de la cantera, caminaremos por dicha pista durante un km más, tras toparnos con un cruce nos desviamos a la dcha… por otra pista que nos lleva hacia la Laguna del Monte (1.057 m), un poco más adelante llegamos a la tenada de Gayubar (Km 3 cruce de pistas), aquí en este punto se separaran las dos rutas, l@s que decidan hacer la ruta más giraran a la izq… por el camino de Cubillejo y l@s que deseen realizar la ruta alternativa (más corta) seguirán de frente para ir en busca del camino de Quintanalara, recordaros que durante el trayecto nos cruzaremos con algunos nuevos enlaces de otras tantas pistas y hay que acertar con la que nos lleva bien.
Dejado atrás el cruce de la tenada de Gayubar vamos en busca del desfiladero de los castros, nos cruzamos con algunos nuevos enlaces de otras tantas pistas y hay que acertar con la que nos lleva hasta el comienzo de la senda que conduce al desfiladero de Los Castros (también conocido como Las Calderas o Valle Hermoso), llegados a otro cruce de pistas tomaremos un sendero a la dcha… siguiendo la riega de la Raposa, por una senda ancha nos adentraremos en el barranco, muy pronto se estrecha el valle y van apareciendo paredes de roca algunas con diversas oquedades, balcones y curiosos techos. El curso del barranco que no es muy largo, efectúa algunas curvas ascendiendo en busca de la amplia meseta superior de bosque espeso. Una vez arriba nos abrimos paso entre el tupido bosque hasta que coincidimos con el camino que más adelante desciende a Quintanalara, atrás dejamos la pequeña cota del Pico Águila (1.087 m).
Ya hemos dejado atrás el escondido desfiladero que aunque corto no deja de sorprender por sus curiosas formaciones. Seguimos ahora por el cómodo camino desde el que en algún momento alcanzamos a ver Quintanalara a la izquierda de nuestra marcha. Más adelante abandonamos el camino de rodadura y enlazamos con una senda marcada con jitos e incluso alguna señal de coincidencia con el “camino de San Olav”. Por encima del tupido bosque también llegamos a ver a larga distancia la parte más elevada de la montaña Peñalara sobre la que pretendemos situarnos. En nuestro itinerario pasamos junto a la ermita de San Cristóbal (1.096 mts) situada en el borde norte de la sierra y muy próxima a la localidad de Torrelara. Junto a la ermita de San Cristóbal es buen momento para hacer un alto en nuestra marcha (si la meteo nos deja), aprovecharemos este rincón para reponer fuerzas y contemplar el amplio valle a este lado de la montaña. También distinguimos claramente la cercana Sierra de Mencilla.
Continuamos por un bonito monte de matorral bajo, hasta llegar a una marcada pista que baja por el lado derecho a Cubillejo, al sur de la montaña. Pero nuestra intención no es desviarnos a este pueblecito sino mantener decididos la dirección hacia el punto más elevado de Peñalara sin perder altura. Obviamos la bajada y continuamos por la misma pista que sube con decisión hacia los llanos que forman lo más alto de la peña.
La senda discurre por un monte de matorral y encinas y poco a poco va aumentando la pendiente pero no llega a ser fuerte en ningún momento. Llegamos por fin al extremo del bosque y comienzo de la meseta, encontrándonos la primera sorpresa: una extensa alineación de piedras a izquierda y derecha de la pista por la que hemos subido. Lo que vemos no es más que los restos de la antigua muralla que defendía a los habitantes que habitaban sobre la peña en la Edad del Hierro (aproximadamente 400-200 años antes de Cristo. Porque Peñalara fue un antiguo castro celtibérico y a sus pies se construyó la villa romana de Lara, hoy en día, Lara de los Infantes).
Superamos la alineación rocosa y avanzamos ya por terreno despejado por la cima, desolada y siempre solitaria… Se halla completamente desarbolada y en su extremo más oriental se debió ubicar el antiguo asentamiento de la Edad del Hierro. A medio camino, encontramos una trinchera de unos dos metros de profundidad de aspecto artificial, quizás una especie de foso defensivo, ya que recorre el tramo más estrecho de la peña de extremo a extremo. Quizás se trató de un segundo bastión defensivo tras las murallas. Avanzando hacia el final de la plataforma que forma la peña, llegamos al punto más alto, donde existe un buzón. Junto a él, encontramos un foso arruinado, que bien pudo ser el fondo de una cabaña o incluso una fresquera. Desde el borde oriental de la peña, divisamos el resto del cordal, en cuyo extremo se halla el Picón de Lara, donde se ubican los escasos, pero significativos restos del viejo castillo de Lara.
Completamos los últimos metros de subida suave y ya nos situamos sobre el punto más elevado, también vértice geodésico, de Peñalara (1.296 mts). No pueden faltar el correspondiente buzón y placa de cumbre. Vemos también muy próxima otra placa en memoria de un joven de estas tierras de Lara fallecido hace unos años. Podemos disfrutar unos momentos de la cumbre desde donde se divisa una gran extensión de las tierras de la Jurisdicción de Lara y numerosos pueblos que nombrar aquí a todos sería largo. Pero como muestra, hacia el Sur vemos muy próximo Quintanilla de las Viñas teniendo de fondo la Sierra de las Mamblas. Hacia el Norte, el más inmediato es Vega de Lara, luego también Paules de Lara, Aceña…  teniendo al fondo la Sierra de Mencilla. Hacia el Este, Lara de los Infantes, interponiéndose entre éste y nuestra posición las ruinas del Castillo de Lara. Y hacia el Oeste de dónde venimos, situados a la derecha de la montaña según miramos desde aquí: Torrelara y Quintanalara. En estos cortados se encuentra la vía ferrata de escalada “Camino del Infierno”.
Descenderemos de la peña por un pequeño portillo pegado a la roca donde incluso se aprecian restos de escalones tallados. Ya solo nos queda  caminar por el cresterío hasta el picón. A medio camino, se halla la muela, un peñón rocoso donde se encontraron abundantes restos romanos. Llegamos al picón (1.096 m) y examinamos los restos del castillo. Aunque es poco lo que queda, el lugar resulta evocador por la importancia histórica que tuvo en la Alta Edad Media cuando se estaba formando Castilla. No hay que olvidar que las incursiones árabes llegaban hasta estos muros en la época de Fernán González, a mediados del siglo X. Las vistas desde el picón sobre la comarca de Lara y Arlanza son excepcionales.
Desde la misma cima sale una pista de tierra que bordea las viejas ruinas del castillo, tomaremos dicha pista para bajar sin ninguna dificultad hasta el pequeño pueblo de Lara de los Infantes punto donde nos esperara el bus y donde daremos por terminada esta ruta.