El paraje de la meseta de Las Tuerces, que da nombre a este espacio natural, es visible junto al pueblo de Villaescusa de las Torres. Sobre un roquedo que se yergue junto al pueblo, los agentes meteorológicos han tallado un paisaje de formas caprichosas y retorcidas que se elevan sobre el caserío a modo de castillo encantado. El paraje nos invita a deambular y perdernos por el laberinto de callejas y pequeños cañones horadados en la roca y dejar volar la imaginación entre las formas sugerentes y fantasmagóricas.
Las Médulas fueron la mayor mina a cielo abierto de todo el Imperio y nos ha dejado, siglos después, uno de los paisajes más inquietantes y hermosos de toda la península.La belleza de este lugar con pequeñas colinas rojizas llenas de verde de la vegetación, con increíble juegos de luz, formadas tras el corrimiento de tierras que hicieron los romanos para extraer el oro. Hoy, este paraje cultural, fruto de la naturaleza y la acción del hombre, es Patrimonio de la Humanidad desde 1997 y merece que le dediquemos tiempo para descubrirlo y respeto, ya que como todo paraje cultural, es muy frágil a la acción del hombre.
El Teleno. El monte Sagrado. Situado en el noroeste de la provincia de León, con sus 2.183 metros, no sólo constituye la fr ontera natural para las comarcas de la Maragatería y de la Cabrera, sino que también, ha ejercido desde siempre un magnetismo especial para sus habitantes. Los petroglifos recientemente localizados en sus proximidades dan cuenta de la existencia de cultos indígenas los cuales parecen estar vinculados con el dios Tilenus. Con la dominación romana, es un hecho probado que las divinidades locales pasaron en muchos casos a ser asumidas bajo un nombre mixto romano–indígena. Ejemplo de ese sincretismo es este Mars Tilenus: que era a la vez el dios romano Marte y el dios indígena Tilenus.