En la Torre de Salinas (2446 m) se pueden disfrutar de unas magníficas vistas miremos hacia donde miremos; colgada sobre el Hoyo de Liordes y la Vega del mismo nombre, es una cercana ascensión que podemos realizar en el día si tenemos ya un mínimo de forma física y experiencia en cumbres de Picos, o en 2 días realizando un vivac en la Vega de Liordes, lugar privilegiado por contar con dos fuentes que manan todo el año.

Sobre su dificultad, debemos señalar que se trata de una ruta que discurre por su cara E sin apenas dificultad técnica ni sensación de vacío, pero que para
ciertas personas puede resultar tediosa por lo descompuesto del terreno, y esto puede contribuir fácilmente al desarrollo de accidentes por simples resbalones en caída de piedras. La pendiente, de aproximadamente 40 – 45º en todo el recorrido, propicia la acumulación inestable de rocas que se van hacia abajo sólo con mirarlas, por lo que debemos tomar precauciones para evitar tirarnos unos a otros piedras o para caernos al ceder el terreno bajo nuestros pies.

 

Itinerario Torresalinas (2.2447m)

Verdaderamente, esa es la única dificultad. Considerar el uso del casco. La ruta se inicia en las proximidades del alto de la Canal de Pedejo o Pedabejo.

En el sendero que va entre la vega de Liordes y esta canal hay un un rellano con una pequeña zona herbosa, justo el último punto desde el que se ve la vega de Liordes si venimos desde ella, o el primer punto desde el que se ve dicha vega si hemos subido por la canal de Pedabejo. Señalado con un punto rojo en la siguiente foto:

En ese punto, miramos hacia el O, hacia la Torre de Salinas, y debemos fijarnos en una pedrera, la mas alta de todas, que cae de dicha torre. La ruta va
por esa pedrera, llegando a su parte más alta, justo donde nace en una angosta canaleta. El terreno para llegar a la base de dicha pedrera es algo
caótico pero algunos hitos nos ayudarán a encontrar los mejores pasos.

En la siguiente foto vemos el paso clave de la ruta, que traza una “Z” en la pared.
Remontaremos esa pedrera mejor por su lado izdo según subimos, ayudándonos de la pared rocosa que la delimita por el sur, hasta llegar a lo alto de la pedrera. Allí nos damos cuenta que es factible el paso por otra canaleta que sale hacia el sur (puntos discontinuos en la foto anterior), por donde debemos subir con cuidado por el tema de la roca suelta, hasta alcanzar una arista en la que de nuevo tomaremos el rumbo inicial. De esta forma hemos trazado la “Z” que se ve en la foto.

Ahora ascenderemos por terreno cada vez más cómodo, con gradas herbosas que ayudan bastante a progresar, no por el filo de la arista sino por la vertiente
que mira a Liordes, siguiendo los abundantes hitos que hay. El trazado de la siguiente foto es orientativo:
Tras esta travesia en diagonal ascendente, llegaremos al filo de la arista propiamente dicho, y disfrutaremos de unas vistas maravillosas hacia Valdeón.

Al sur se distingue si el dia está claro, el Espigüete. Y al Norte si nos fijamos, veremos el collado Jermoso al pie de la Torre de la Palanca y el Llambrión. Seguimos la arista hasta la cumbre, que se alcanza tras superar una brecha.

El descenso es por la misma ruta, CON MUCHA ATENCIÓN PARA NO PROVOCAR DESPRENDIMIENTOS NI CAERNOS NOSOTROS. Es muy importante, en caso de descenso con niebla, recordar ese trazado en “Z” para alcanzar la pedrera por la que subimos, ya que si intentamos bajar directos a la pedrera, nos enriscaremos.

PELIGROS: ROCA SUELTA, DESCENSO CON NIEBLA.

Fuente:Pedro Yubero Ribas
www.picoseuropa.net