SOMALOMA (1.282 m) y COTÍO (1.162 m) Montes Campurrianos (Cantabria)

Según la tradición, la imagen de la Virgen de Montes Claros fue escondida por los cristianos en tiempos de la expansión militar del Islam por Europa, en las primeras décadas del siglo VIII. La leyenda dice que, tras ser puesta a salvo en una cueva de Somaloma, la figura fue localizada por un toro, que se separó del rebaño al que pertenecía y condujo al pastor encargado de vigilarlo hasta la gruta en que se encontraba.
Al sur de Cantabria y por ende al sur del Ebro, encontramos elevaciones montañosas de menor altitud pero no por ello menos atractivas. Hace poco tiempo visitamos la montaña más alta de Valderredible, bastante poco frecuentada, Bigüenzo (1.287 m). Esta vez nos acercamos a una cima muy similar a esta y separada de la misma por el río Ebro. Somaloma (1.282 m), una montaña conocida sobre todo por albergar en sus laderas el santuario de Montesclaros.

IBILIBIDEA /FITXA TEKNIKOA

    • Mapa:

ITINERARIO
Comenzamos nuestra ruta desde el parking situado en las inmediaciones del Santuario de Montesclaros (965 m). Cenobio dominico situado en el término de Valdeprado del Río, a media ladera entre el Pico Somaloma y el río Ebro, en un leve saliente del terreno desde el que se domina una extensa área de terreno. Según cuenta la leyenda, un día de 1178, un pastor de Los Carabeos observó como uno de sus toros iba y volvía continuamente de un matorral de difícil acceso. Al seguirlo lo encontró frente a una cueva que emanaba luz, arrodillado sobre sus patas delanteras. El joven vio que la luz procedía de una imagen de la Virgen. Tras anunciar la noticia en el pueblo cercano de Los Carabeos, se organiza una procesión que subió al monte rezando y cantando a la Virgen (tradición que continua en la actualidad).
Comenzamos desde el parking cercano al monasterio, visitamos el santuario sumidos en un silencio monacal. Desde primeras horas acentúan el aire de soledad posado durante lustros en los sillares de este cenobio. Un viento, tirando a frescachón, nos espabilara al salir del autobús. Ya equipados, nos echamos a la carretera para, rodeando el generoso aparcamiento, tomar el camino del monte PR-S 33 (a eso hemos venido). Al rato penetramos en el robledal. Se palpa la humedad en el ambiente; las lluvias de los últimos días han engrosado riachuelos, regatos y arroyos como el de La Peregrina (1.022 m), de diáfanas aguas y que ahora vadeamos de un atlético salto.
El camino es ancho y sube sin grandes pendientes. A más altura aparecen las hayas mostrando su desnudez.Salimos de la umbría a la despejada loma. Pasamos junto a un cercado dominado por una borda (Cabaña de Trifilo 1.199 m) la cual, desde donde nos hallamos, parece estar abierta. Al otro lado, a corta distancia, se encuentra una fuente, punto donde cambiamos de dirección (W) y encaramos la herbosa ladera campo a través. Pronto alcanzamos la cumbre del Somaloma (1.282 m) con vértice geodésico pero sin buzón. Desde esta cota se extiende un territorio de oscuras montañas perdiéndose al infinito;el pantano del Ebro, Campoo en su totalidad, Castro Valnera, Porracolina, Picón del Fraile, etc. Alto Campoo, Cotomañinos, Cuetomañin, Cuchillón, Tres Mares, Cornón, Boveda, Cordel, Liguardi, Ropero, Reinosa, Macizo de Ulaña a lo lejos, Peña Amaya, etc etc.
Continuamos el recorrido y llegamos a la antena junto a la cual se inicia la pista de descenso. En el amplio collado de Campo Linares (1.220 m), cruce de caminos, pasta el ganado ajeno a nuestro andar. Aquí dejamos la pista y salimos a una campera herbosa, tras ganar un poco de altura llegamos al camino de la Sierra el cual seguiremos en dirección (N), sin dejar este ancho camino que transita por otro bosque de hayas del monte Matanzas y despejadas campas llegamos a la finca de la Venta (1.059 m), llegados a este punto el caminar se realiza por las amplias camperas (N) donde el ganado pasta su gusto, tras cruzar un abrevadero situado en media de la gran planicie (1.054 m), llegamos a la cima de Peñastrosa (1.147 m).
Desde la cima giramos en dirección (W) por una pista hasta llegar al molino de las Vestas (1.155 m), el mayor aerogenerador de Cantabria. Fue el primero en España y el segundo en el Mundo de estas características que la empresa danesa Vestas instaló. El descomunal generador eólico, indiscutible referencia visual a nivel comarcal, eleva los 96 metros de su fuste, más 54 metros de sus aspas (150 metros en total). Situada a escasos metros se encuentra la cima El Cotío (1.162 m) a la cual llegaremos en nada. Situada sobre Las Rozas de Valdearroyo (capital de la Comarca de Campoo-Los Valles), esta coronada por el correspondiente pilón geodésico y recibe el descriptivo nombre de Cabañas de Tomasuco. A pesar de su porte discreto, El Cotío reúne sobrados alicientes que justifican su ascensión. Dos senderos señalizados alcanzan su cuerda y permiten ganar cómodamente la cima: el GR 99 (Sendero del Ebro) y un SL que une Celada-Marlantes.
Dejamos atrás la cima y proseguimos nuestro caminar por el ancho camino de Santa Marina en dirección (W), transcurridos varios km por la pista o camino de Santa Marina llegamos a un desvió (1.058 m), dejamos momentáneamente esta pista y tomamos la pista que sale a la dcha y que transita entre el bosque de Pedriajos, al final de la misma y saliendo del bosque nos topamos con la cima de la Rasa (1.057 m), en esta cima se encuentra la pequeña instalación y repetidor de TV. Tras un giro y cambio de dirección (N) emprenderemos un cómodo e inapreciable descenso por una pista amplia hasta el pueblo de Bolmir (850 m) punto este donde nos espera el Bus y donde daremos por finalizada esta cómoda y sencilla ruta de senderismo.
Bolmir (850 m) se sitúa sobre una pequeña loma bajo la cual se extiende la amplia vega del Ebro, parcialmente inundada por la cola del pantano del Ebro. Por la parte oeste del pueblo se descubre una amplia panorámica de Reinosa y de sus montes circundantes hasta el límite de las cumbres nevadas de la Sierra del Tres Mares. La iglesia de San Cipriano es lo más destacado del patrimonio de Bolmir. Es de factura románica, de la primera mitad del siglo XII y en su estilo de aprecia con claridad la influencia de la colegiata de San Pedro de Cervatos. Es una de las mejores muestras del románico erótico de Cantabria.
NOTA: Para esta salida no existe ninguna alternativa debido a la escasa dificultad y desnivel. La ruta es tanto técnicamente como en esfuerzo, muy sencilla. Totalmente recomendable para días con poco tiempo o días con la meteorología inestable.