La ría de Urdaibai invita a su contemplación constante gracias a las hermosas vistas que se disfrutan desde las carreteras que la bordean. El ritmo de las mareas cambia una y otra vez el paisaje, convirtiendo en visible todo aquello que, en apenas unas horas, estaba oculto bajo una somera lámina de agua. Pero hay que abandonar la orilla de la ría por unas horas para descubrir la otra cara de Urdaibai, aquella que la ha hecho merecedora de ser declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco, como es su mundo rural y el entorno natural que la arropa.
IBILIBIDEA /FITXA TEKNIKOA
- Responsable Grupo: SANTIAGO DE DIEGO
- Distancias: 8 km
- Tipo de Actividad: Senderismo
- Situación: Reserva del Urdaibai
- Salida Ruta: 9:30 h Basondo-Kortezubi (Bizkaia)
- Final Ruta: 12:00 h Basondo-Kortezubi (Bizkaia)
- Desnivel Positivo y Negativo Acumulado: 500 m +-
- Subida acumulada: 250 m
- Desnivel: 250 m
- Dificultad: BAJA
- Esfuerzo: BAJO
- Riesgo: BAJO
- Cimas: Recorrido sin Cimas.
- Track GPX: RUTA ALTERNATIVA Paseo por Basondo y Oma
- Track KMZ: Google Earth RUTA ALTERNATIVA Paseo por Basondo y Oma
- Waypoints: Waypoints Dos Rutas
- Perfil Ruta:
- Mapa:
ITINERARIO PREVISTO
Comenzamos desde el Caserío Lezika (95 m) situado en el barrio de Basondo de Gautegiz-Arteaga, salimos a la carretera por la que llegamos, cruzamos esta y continuamos por la derecha hasta llegar a un cruce con una pista de hormigón que sale en sentido ascendente, el cruce está señalizado con un cartel indicando al «Bosque Pintado de Oma-PR-BI-180», que es la ruta que queremos hacer.
AVISO a fecha de hoy:
El Bosque Pintado de Oma, del creador vasco Agustín Ibarrola, se encuentra cerrado al público y sin fecha de apertura, afectado por la enfermedad de los pinos conocida como «banda marrón».
Continuamos subiendo por la pista y pronto nos internamos en el bosque y por él iremos recortando alguna curva para llegar al collado donde se encuentra la entrada al Bosque Pintado. Una valla nos impide el acceso al «Bosque Pintado de Oma», en el que el pintor y escultor Agustín Ibarrola hizo del paisaje marco, soporte y materia prima de una de sus obras más conocidas, visitar este peculiar museo al aire libre de entrada gratuita, equivale a darse un apacible paseo entre pinos y helechos, buscando los troncos transformados por los pinceles del artista y jugando con el punto de vista y la profundidad, que hacen surgir de la nada composiciones misteriosas que conectan con las representaciones paleolíticas de la cercana cueva de Santimamiñe.
¡¡¡Este mismo artista vasco «Agustín Ibarrola» realiza una intervención artística en la escollera del puerto de «Llanes», la obra de dimensiones colosales, se titula «Los cubos de la memoria»!!!.
Continuamos el recorrido dejando atrás el desvió de entrada al bosque y proseguimos por la amplia pista hasta toparnos con un pequeño sendero que sale a nuestra izq… y baja por el bosque hasta la carretera BI-4244, una vez situados en esa carretera giraremos a la izq… , hasta llegar al barrio de «Oma» (60 m). Oma es el valle bucólico por excelencia, lugar donde se encuentra el antiguo domicilio del artista «Agustín Ibarrola».
Al poco de entrar en «Oma» a la derecha nos encontramos el «Río Oma» y un rustico «Puente» por el que se cruza este. Cruzamos el puente y continuamos siguiendo un sendero que transcurre paralelo al río, hasta llegar a un antiguo «Molino» en ruinas, junto a este de la antigua «Presa» que serbia para recoger el agua para el «Molino», cae una bonita «Cascada».
Continuamos por el sendero unos cuantos metros más, y llegamos a otro antiguo «Molino» también en ruinas, junto a este está el «Sumidero Bolinzulo», lugar donde desaparece el «Río Oma», el cual ya no vuelve a salir hasta llegar a la «Ría de Mundaka». Regresamos a la carretera por el mismo sendero y continuamos por la derecha de esta hasta llegar a la «Ermita de San Pedro», que está a la izquierda saliendo de «Oma».
Desde este continuamos por una amplia senda peatonal que transcurre paralela a la carretera y por la que después de unos 2,2 kilómetros llegamos al punto de inicio de la ruta.
El recorrido es bastante fácil ya que está muy bien señalizado, transitando por caminos y sendas bastante cómodas.
Tras la ruta y antes de comer en el restaurante cercano de Lezika intentaremos realizar una visita guiada a las cuevas de Santimamiñe por ese motivo se recomienda llevar ropa de abrigo.