Ruta Alternativa Macizo de Peñarrubia VIRDIU NINGRERU (1.141 m) (Asturias)

El macizo de Arria resulta poco conocido por los montañeros que se orientan hacia los altivos y cercanos Picos de Europa. Sin embargo, ofrece cimas que aunque son de menor altitud mantienen el vigoroso relieve de los legendarios Picos. Esta formación rocosa que se extiende de Este a Oeste, en su vertiente Sur, es muy abrupta, cayendo, casi en vertical, sobre el Valle de Lamasón. Sin embargo, su vertiente Norte es mucho más tendida, aunque no por eso menos accidentada. Numerosos vallejos, vaguadas, crestas, dolinas y lapiaz, todo ello, salpicado de bosques y brañas o majadas, hacen del conjunto un entorno muy atractivo para caminar y disfrutar del paisaje.

IBILIBIDEA /FITXA TEKNIKOA

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ITINERARIO PREVISTO
La ruta alternativa que proponemos consiste en recorrer parte del Macizo de Peñarrubia con una ascensión muy cómoda a la cima del Virdiu Ningreru (1.141 m). Esta ruta constituye uno de los ejes históricos de comunicación transversal entre los valles del Saja, Nansa y Deva en el occidente de Cantabria. La ruta comienza en el Collado de la Hoz (637 m), Peñarrubia.Aquí por una portilla, tomamos un camino paralelo al Arroyo Nevedo. Se pasa junto a un par de cabañas Invernales de Hoz (608 m) y se continúa descendiendo por un empedrado y deteriorado camino entre muros de piedra que nos lleva hasta la pista (560 m), que sube de Roza hasta el Puerto de las Llaves. Una vez llegados al collado las Llaves (1.058 m), tendremos la posibilidad de ascender al mirador y cima del Virdiu Ningreru (1.141 m).  Para contemplar los Picos de Europa, La Marina cántabra o espacios tan emblemáticos como el Naranjo de Bulnes, es mejor ascender unos metros hacia la cumbre de Virdiu, desde donde se obtiene una panorámica de 360⁰. Si no se desea ascender a la cima, muy cercana al collado está la necrópolis megalítica, ubicada en el centro de la sierra de Peñarrubia, en lo que es un paso natural entre la zona litoral y las regiones interiores del Nansa y Liébana. Y, no fue hasta el 2003, cuando se descubra, en relación con el conjunto funerario de Las Llaves, un menhir cuya función no fue otra que referenciar este lugar en el paisaje.Encontramos en este lugar los restos de hasta 6 cámaras funerarias en forma de dolmen que fueron recubiertas por túmulos de piedras calizas, y cuyas dimensiones oscilan entre los 2 y los 10 metros de diámetro. Todos ellos sufrieron los efectos de los buscadores de tesoros, que removieron las lajas que formaban el dolmen y dispersaron los ajuares funerarios. El Collado de las llaves (1.058 m) es el punto donde se unen las dos rutas propuestas siendo a partir de aquí común para tod@s. Dejamos atrás la cima y la necrópolis y emprendemos un constante descenso en dirección (N) hacia la pequeña villa de Merodio (227 m) una de las siete entidades parroquiales que conforman el concejo de Peñamellera Baja.
La bajada en su primer tramo la realizaremos por la pista del vallejo la Zorroría para después ir siguiendo las trazas y senderos de ganado que se adentra por la Riega de las Acereras y Rejedas (615 m), un poco más adelante saldremos a un senda más evidente a la altura de Concha la Cela (625 m). Giramos a la derecha y sin dejar este sendero llegamos a la Braña de Arriba y Majada de Palia (695 m), tras pasar un pequeño bosque salimos a una pista más clara y evidente, tomaremos esta pista a la (izq) hasta el Cueto del Orden, aquí tomaremos el desvió de la dcha para salir al Cueto de la Ortigosa (700 m), tras dejar atrás este collado salimos a una pista principal a la altura de los Prados de Pedro Simón (555 m), sin dejar esa pista amplia llegamos a la majada de Casa Diego (414 m), punto este donde podremos parar a comer. Nos encontramos a escasos tres kilómetros del punto de recogida situado en Merodio. Tras el pertinente descanso terminamos el último tramo siguiendo la pista (N) que sin pérdida nos llevará a la villa asturiana de Merodio (227 m), punto final de esta travesía.
NOTA: Esta travesía no es difícil pero si algo dura ya que se transita por terreno algo incómodo sobre todo en su tramo intermedio.