PICO GILBO (1.677 m)(León)

El Pico Gilbo ha ganado en los últimos años una espectacular fama entre el ambiente montañero de la cordillera cantábrica.
Uno de los emblemas de la montaña de Riaño y por extensión, de la montaña leonesa, se ha convertido en un continuo punto de mira cada fin de semana para centenas de personas que anualmente se arriman a este enclave leonés para trepar y surcar las crestas y canales que el Gilbo ofrece junto con un delicioso banquete de panorámicas y rincones de alta montaña. No es el más alto, pero su imponente y esbelto perfil le ha valido el apodo de ‘el Cervino de Riaño’, en clara referencia al coloso alpino.

IBILIBIDEA /FITXA TEKNIKOA

Perfil del Recorrido Via Normal GILBO

    • Mapa:

ITINERARIO
Partimos desde Riaño (1.100 m) hacia el viaducto sobre el pantano. Cruzamos el largo puente que supera el embalse (N-621), tras pasar el viaducto de Riaño, tomamos a la derecha un camino forestal protegido por un paso canadiense, la pista (1.120 m) que seguimos bordea la masa de agua. Se realiza un largo vadeo sobre el barranco de Vallarqué.
Una vez situados en una campa amplia nos topamos con un antiguo panel de madera, desde este punto parte la vía normal al GILBO una subida dura pero sin dificultad y que se dirige hacia las antiguas minas de arsénico para seguidamente continuar al pie del arbolado circo montañoso de La Viesca. Si nuestro opción es subir primero a la cima del Cueto CABRÓN caminaremos bordeando la masa de agua para seguido adentrarnos en la espesura del bosque Desde este lugar se podría subir (SW) por el bosque sin sendero y sin encontrar demasiadas dificultades a la collada Bachede (1.411 m). Una vez en las cercanías de la collada tenemos la opción de ascender a la cima del cueto Cabrón y para ello usaremos su Vía Normal (F). La vía Normal discurre entorno al contrafuerte (N.NE). A pesar de su apariencia inexpugnable y su alto grado de inclinación es asequible, guardando las debidas precauciones. La subida está hitada y no entraña grandes riesgos para quien esté acostumbrado a trepar y al vacío.
Ascendiendo por el bosque hacia la derecha (SW) buscando la base del espolón (1.255 m). Entonces se desciende ligeramente por la vertiente contraria, contorneando el rocoso contrafuerte para comenzar a ganar altura por una canal que tras abandonar la hayas se encarama en fuerte pendiente a la brecha (1.385 m) que forma la cima principal con la antecima (N). (1.408 m). Pasando al lado izquierdo de la cresta, nos elevamos (I) trepando entre rocas y hierba para alcanzar la cima (N). (1.515 m) y salvando una leve depresión, la cumbre principal del Cueto Cabrón (1.530 m).
El Cueto Cabrón es otra de las montañas que encuadran el pintoresco valle de Riaño, anegado por las aguas de un gran embalse. Ubicándose a los pies de una montaña tan airosa y elegante como es el Gilbo, pasa totalmente inadvertida. Cuando se recorre la herbosa comba Norte que conduce a la cima de esta última cumbre, se descubre la verdadera realidad de esta montaña. Tras la visita a la cima el regreso lo realizaremos por el mismo camino poniendo especial atención a la hora de bajar, cualquier resbalón nos lleva a los pies del pantano.
Una vez en la base caminaremos hacia la collada Bachede (1.411 m), pequeña pradera rodeada de hayas, unos hitos bien situados nos enfilan hacia la primeras rampas del Gilbo. La ascensión se hace sin problema por el sendero que encontramos a la izquierda y que se mantiene bajo la arista (NE). Este aprovecha una comba herbosa que permite ganar altura con facilidad hacia la vertiente (NW) para tomar una canal que conduce al collado (1.645 m) que separa las dos cimas del Gilbo. Por la derecha se alcanza la cota principal (1.677 m), un último esfuerzo y pisamos la cumbre del Gilbo para disfrutar de su privilegiada panorámica. Desde allí arriba vamos a tener una buena panorámica hacia otras montañas circundantes como son Las Pintas (hacia el oeste), el Yordas (Noroeste), Sierra de Hormas (Norte), Tierra de la Reina – Espigüete (Este) y la Peña los Caballos (Sur) y a ese impresionante cañón (o fiordo, como algunos lo llaman ahora). Por supuesto, bajo nosotros veremos las bonitas praderas y bosques de Carande, al abrigo de Piedralagua y Peña Redonda.
Para el descenso completamos la vuelta al pico siguiendo hacia el sur, continuando la fina arista hacia la Peña de los Serrones hasta unos hitos que descienden (izd.) por la cara sureste. Afrontamos aquí un par de delicados destrepes (¡atención!). Tras ellos, el desnivel se modera y la senda se va haciendo más visible hasta salir del roquedo. Descendemos pegados a él hasta llegar a la altura del collado de la Pedrera (1.430 m), donde nos dejamos caer por terreno herboso (dcha.) hasta meternos en la vaguada del arroyo Vallarqué. El camino aquí es evidente discurre a tramos por el cauce seco del río y desciende hasta la pista que rodea el pantano. Desde allí solo queda retornar por terreno ya conocido hasta el viaducto para volver a cruzarlo e ir al bus que se encuentra en el pueblo de Riaño.
NOTA: Uso obligatorio de arnés y casco
Para l@s más valientes existe la posibilidad de ascender a la cima del Gilbo recorriendo o realizando una ruta integral a la Arista Noroeste, para l@s que deseen realizar esa actividad tendrán que ir provistos de Casco, Arnés y Ocho o Reverso. Ruta no recomendable para gente con vértigo y en muy buena condición física. Al principio, la cresta es fácil aunque exige alguna que otra trepada, y la sensación de vacío va creciendo. Pero, poco a poco, la cosa se va complicando. A partir de unos 1.550 metros de altitud, los pasos son los siguientes:

    • Fisura vertical por la vertiente sur (III+): buena roca con excelentes agarres, pero muy expuesto.
    • Resalte para acceder al tramo horizontal (II): roca mediocre si se hace por el filo.
    • Tramo horizontal (I+): Aéreo, con buena roca, en general.
    • Rappel 25 m tumbado (Obligado)
    • Acceso al último resalte (II): buena roca, expuesto.
    • Último resalte y tramo afilado de la cresta (III/III+ y IV): roca dudosa, muy expuesto.

En esta ruta como en la ruta normal varios integrantes del GRINIM acompañaran a l@s valientes.