Ruta Alternativa SIERRA DE ALBAS (Palencia)

Este sector de la Cordillera Cantábrica, que separa los valles lebaniegos de Cereceda y Valdeprado, surcados por los ríos Quiviesa y Buyón respectivamente, de las tierras altas del Norte de Palencia, recorridas por los ríos Carrión, Pisuerga y afluentes, es una de las áreas de montaña más hermosas de Cantabria y Palencia, al tiempo que una de las menos frecuentadas, al existir otras cumbres mayores próximas: Peña Prieta (2.538 m), Curavacas (2.525 m), Espigüete (2.450 m), siendo este desconocimiento uno de sus mayores atractivos.

IBILIBIDEA /FITXA TEKNIKOA

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ITINERARIO
La ruta que se describe se inicia en el mismo puerto de Piedrasluengas con el propósito de recorrer prácticamente casi toda la línea cumbrera de estas Sierras Albas en dirección Oeste hacia la Peña Bistruey. Durante el recorrido se pasará continuamente de una vertiente a otra lo que proporcionará estupendas vistas de las altas tierras palentinas y toda Liébana con los Picos de Europa al Norte.
Comenzamos esta ruta en el Mirador de Piedrasluengas. El puerto de Piedrasluengas (1.357 m), uno de los difíciles pasos de comunicación entre Palencia y Cantabria. El nombre de Piedrasluengas proviene de “Petris Longis”, como se citaba en documentos del reinado de Alfonso VIII (s XII). El término longuis, que derivó a luengo tiene el significado de largo o grande, por tanto significa lugar de grandes piedras. Se inicia el recorrido tomando, a la izquierda del mirador, la senda más alta de las dos marcadas, que discurre por la ladera (N) del cotero (1.467 m) que queda a la izquierda. La pista que parte del mismo mirador se dirige al pequeño pueblo de Cueva, a través de un frondoso bosque. Una vez atravesado un vallado de alambre enseguida hay que franquear de nuevo una barrera cerrada con cadena de hierro. La ancha y cómoda pista se adentra (O) en la parte alta de un bosque de robles y hayas por la vertiente lebaniega. La pendiente de la pista se acentúa en sus primeros tramos, disminuyendo un poco al salir fuera del bosque y alcanzar el Collado de Tajes (1.411 m) con unas buenas vistas. Abajo a la derecha se ve la carretera que va hacia Potes y en ella la Venta Pepín y volviendo la vista atrás la inconfundible silueta de Peña Labra sobresaliendo entre las hayas. Cruzando el collado, la pista continúa por toda la sierra, a media ladera, contorneando por la izquierda la cota de (1.534 m), hasta alcanzar el Collado de Sobrepeñas (1.456 m) que se encuentra entre esa cota y el Cueto La Rebasa (1.535 m). Desde este collado se observa la mole del Curavacas hacia el (SO). A partir de aquí se cambia de vertiente dando vista por la parte sur a los terrenos de Camasobres y Casavegas, con buenas vistas de los picos de la Horca de Lores y Carazo. La pista, que prácticamente llanea, rodea este cueto por su vertiente (S) hasta alcanzar el Collado La Espina (1.443 m), a partir del cual se pasa de nuevo a la vertiente lebaniega (N) entrando en un frondoso bosque de hayas. La pista atraviesa casi horizontalmente la parte alta del hayedo. Después de pasar junto a la fuente Las Arrollás (derecha), se pasa bajo las cortadas estribaciones de Los Cuéneres de Abajo (1.607 m) y se sale en ascenso del bosque. La pista se suaviza, y por terreno semi-llano de limpio césped, con vistas al amplio Collado de Los Corralejos (1.437 m), da paso a una gran braña conocida como El Camperón, donde a la derecha y en la parte baja de la larga estribación de la peña del Brez (1.615 m, en su punto más alto) se encuentran dos cabañas resguardadas de los fríos vientos del norte y los restos de dos cerrados, con una buena fuente-abrevadero en sus inmediaciones. Estos terrenos corresponden a los puertos de Cuénere o Cuévere, propiedad de cinco pueblos del valle (Valdeprado, Cueva, Avellanedo, Obargo y Pesaguero). La pista continúa ascendiendo, paralela y por debajo de la barrera de roca caliza, hasta alcanzar el amplio Collado de Ciqueras (1.524 m), desde el que se ve, en primer plano, todo el cresterío del Curavacas y cumbres limítrofes, al fondo una impresionante vista de los Picos de Europa y por debajo se abre un profundo valle con denso arbolado salpicado de praderías. En este collado se encuentra una bifurcación. El camino que sigue de frente (O) lleva a los pueblos de Cueva y Avellanedo, por lo que se continúa por la pista de la izquierda. Es un recorrido cómodo y bastante llano que bordea un pequeño cotero (1.589 m) (por su ladera S, que queda a la derecha), desde donde se contempla el Pico Lezna, y desemboca en otro collado (1.549 m). Aquí se encuentra una bifurcación, donde se tomará el camino que sube de frente hacia el siguiente cotero (1.568 m), ya que el de la derecha se mete en el bosque y termina dentro de él. Una vez alcanzado el alto se continúa bajando por el lado opuesto (O) y enseguida se encontrará otra desviación, desechando la que baja por la izquierda. Continuando la bajada por todo el pernal se llega al Collado del Vistrio (1.494 m), magnífica atalaya sobre el pueblo lebaniego de Caloca situado a los pies de la Peña Cigal (1.532 m) (O-NO) y del Pico Bistruey (2.002 m) (O-SO). A partir de aquí, el camino vira a la izquierda, tomando rumbo (SO), siguiendo la línea de cumbres de la Sierra de Albas. El primer alto (1.504 m) está formado por un rosario de peñas, que hay que sortear por entre uno de los huecos que hay entre ellas, después de lo cual se alcanza el camino que sube desde el pueblo palentino de Casavegas, siguiendo de frente a la vez que se bordea el siguiente pico (1.536 m) por su ladera (SE), en la que la vegetación está formada por matorrales, brezos de vistoso colorido morado y olor penetrante, así como algunas raspaneras (arándanos). Tras varias subidas y bajadas, se llega al Collado de Sierras Albas (1.418 m), donde se alcanza la pista que, por la izquierda, sube desde Casavegas, para llegar a Caloca, pasando por el término de “Las Callejas”. Es muy probable que esta fuese la ruta de paso de Liébana a las tierras palentinas. Se habla incluso de la existencia de una calzada romana en sus inmediaciones. Se sigue por ella (a la derecha) y a los pocos metros, nada más pasar una portilla canadiense, en la que se cruza la alambrada del límite provincial, se deja la pista para coger (izquierda) un camino que sube con mucha pendiente entre robles y hayas, paralela a la alambrada divisoria, por todo el pernal (N) de la siguiente cumbre (1.514 m) de la Sierra de Albas. El terreno arcilloso cubierto de hojas y ramas desgajadas entorpece el caminar en esta subida. Superado este fuerte repecho el camino se torna en una ancha senda con muy poca pendiente, que cruza el bosque cerca de su límite superior y sale a un Collado (1.483 m). Aquí se encuentra otra pista (ramal de la citada antes) que subiendo de Casavegas continúa por los Puertos de Sierras Albas y de Pineda para pasar por el Collado de Secarro (1.742 m) y bajar por el Valle de Pineda a Vidrieros. Se seguirá por ella de frente, para comenzar una subida, bordear el Alto de las Peñas del Cerrillo (1.556 m), por su ladera (E), y bajar a otro collado (1.513 m). Desde aquí (N) se contemplan (en primer término) estas Peñas del Cerrillo, que están formadas por un grupo de rocas que sobresalen del borde de una gran cortada. También se contempla una magnífica panorámica de los pueblos de Caloca y Vendejo, ambos separados por la imponente cresta rocosa de la Peña Cigal (1.532 m). Caloca (1.108 m, en la iglesia) es pueblo más alto de Liébana y segundo de Cantabria después de Cotillos (1.143 m), eso sin contar con el abandonado pueblo de Candenosa (1.150 m). De nuevo una fuerte subida jalona el recorrido, en este caso, por el hombro (NE) del Alto Velasco (1.646 m), que después se rodea por su vertiente (NO), llegando a otro collado (1.565 m), tras dejar a la derecha, junto a la pista, una cabaña en buen estado (Buen lugar para comer un poco). Llegados al collado desestimamos la pista principal para tomar un sendero Izq… en sentido descendente rumbo (S),delante tenemos una abrupta bajada por el valle de Recuenca, bordearemos la Peña Llana (1.518 m) y Alto del Robledo (1.528 m) por su dcha…, seguimos una pequeña pista por un espeso bosque de acceso a las zonas altas, ya a la afueras del bosque nos topamos con las ruinas de una cabaña, enseguida llegamos a un cruce, en la cual se une otra pista más amplia por nuestra dech… seguiremos esa pista en sentido descendente siguiendo el arroyo Rilores. Una vez en la pista solo nos queda bajar por la misma hasta llegar al pueblo de Lores, el cual cruzaremos hasta llegar al bus que se encuentra en una nave situada en la entrada al pueblo.